PRESENTACIÓN
El Banco Central del Ecuador, comprometido con la difusión de las cuestiones económicas fundamentales del país, se acerca en esta ocasión a la población con la finalidad de presentarle aspectos generales sobre el proceso de dolarización.
De manera didáctica busca responder a las inquietudes fundamentales que sobre el tema se hacen los ciudadanos; tales como: ¿qué es la dolarización?; ¿por qué la dolarización?; y, ¿para qué la dolarización?
La reforma monetaria y económica que promueve la dolarización dará frutos: la estabilidad en el tipo de cambio, la disminución de las tasas de interés, la caída de la inflación, que obviamente promoverán la inversión real y el desarrollo productivo.
En este sentido, el BCE se compromete a que su misión estará, bajo el nuevo esquema económico, encaminada a coparticipar en la construcción de un nuevo Ecuador en el que todos anhelamos vivir.
Un concepto amplio de dolarización es el que se refiere a cualquier proceso donde el dinero extranjero reemplaza al dinero doméstico en cualquiera de sus tres funciones.
En efecto, la dolarización de una economía es un caso particular de sustitución de la moneda local por el dólar estadounidense como reserva de valor, unidad de cuenta y como medio de pago y de cambio.
El proceso puede tener diversos orígenes, uno es por el lado de la oferta que significa la decisión autónoma y soberana de una nación que resuelve utilizar como moneda genuina el dólar (tal es el caso de Panamá). Otro origen posible, por el lado de la demanda, es como consecuencia de las decisiones de cartera de los individuos y empresas que pasan a utilizar el dólar como moneda, al percibirlo como refugio ante la pérdida del valor de la moneda doméstica en escenarios de alta inestabilidad de precios y de tipo de cambio.
El uso del dólar deriva, en este último caso, de la conducta preventiva de la suma de individuos que, racionalmente, optan por preservar el valor de su riqueza manteniéndola en dólares y refugiándose así del devastador efecto de las devaluaciones y la alta inflación. Cuando la dolarización es un proceso derivado de decisiones de los individuos es muy difícil pensar en su reversión.
La dolarización se presenta en forma de inversiones en activos financieros denominados en moneda extranjera dentro de la economía doméstica, circulante en moneda extranjera y depósitos de los agentes nacionales en el extranjero, generalmente estos últimos depósitos se realizan en las oficinas off-shore de los bancos nacionales.
Se pueden distinguir dos procesos de dolarización por el lado de la demanda: la sustitución de moneda y la sustitución de activos.
La sustitución de moneda, que se refiere a motivos de transacción, ocurre cuando la divisa extranjera es utilizada como medio de pago; en este sentido, los agentes dejan de utilizar la moneda nacional para sus transacciones.
La sustitución de activos, que hace relación a la función del dinero como reserva de valor, por consideraciones de riesgo y rentabilidad, se presenta cuando los activos denominados en moneda extranjera se utilizan como parte integrante de un portafolio de inversiones.
Entre los factores que explican los fenómenos de la dolarización, sobre todo en los países de América Latina, y que han jugado un papel importante en el proceso están: la inestabilidad macroeconómica, el escaso desarrollo de los mercados financieros, la falta de credibilidad en los programas de estabilización, la globalización de la economía, el historial de alta inflación, los factores institucionales, entre otros.
II.1. La dolarización informal
La dolarización primero adquiere un carácter informal. Es un proceso espontáneo en respuesta al deterioro en el poder adquisitivo de la moneda local. Los agentes, entonces, se refugian en activos denominados en monedas fuertes, normalmente el dólar, aunque la moneda extranjera no sea de curso obligatorio.
El proceso de dolarización informal tiene varias etapas: la primera, conocida como sustitución de activos, en que los agentes adquieren bonos extranjeros o depositan cierta cantidad de sus ahorros en el exterior; la segunda, llamada sustitución monetaria, los agentes adquieren medios de pago en moneda extranjera, billetes dólares o cuentas bancarias en dólares; y, finalmente, la tercera etapa, cuando muchos productos y servicios se cotizan en moneda extranjera: alquileres, precios de automóviles o enseres domésticos, y se completa cuando aún bienes de poco valor se cotizan en la moneda extranjera, alimentos, bebidas, diversiones, etc.
Pero la dolarización informal tiene consecuencias lamentables sobre el funcionamiento de la economía de un país, entre las que podemos citar:
En economías altamente dolarizadas de manera informal no existe la posibilidad de fijar un objetivo intermedio de política monetaria porque la cantidad de dinero está afectada por la presencia de dólares que no son susceptibles de ser controlados. El dólar es una parte importante del concepto de dinero y es imposible deducir a priori la composición de la demanda de dinero. De esta manera el objetivo final de controlar la inflación a través de la oferta monetaria se convierte en un problema de aproximación y el manejo de la política monetaria se vuelve empírico.
Como se indicó, los procesos de dolarización surgen en un país como resultado de la pérdida de confianza en las funciones tradicionales de la moneda local.
Adoptar como política la dolarización total de una economía implica una sustitución del 100% de la moneda local por la moneda extranjera, lo que significa que los precios, los salarios y los contratos se fijan en dólares.
La dolarización total descansa sobre algunos principios específicos:
La dolarización formal en general supone la recuperación casi inmediata de la credibilidad, y se prevé que termina con el origen de la desconfianza: la inflación y las devaluaciones recurrentes.
Asimismo, la dolarización formal u oficial obliga a los gobernantes a disciplinarse y revela los problemas estructurales de la economía, con lo cual impulsa a las sociedades al cambio de sus estructuras.
Entre las ventajas que se pueden apreciar de la dolarización formal tenemos las siguientes:
1. Se particularizan los efectos de los shocks externos
La pérdida en los términos de intercambio, los desastres climáticos que afectan la producción exportable, la imposición de cuotas, aranceles y tasas a los productos que vende el país al resto del mundo, entre otros, constituyen los denominados shocks externos. La dolarización oficial asegura la particularización de estos shocks de manera exclusiva en el sector afectado, pues elimina las posibilidades de devaluación monetaria.
2. Converge la tasa de inflación local con la de los Estados Unidos
Cuando una economía se dolariza oficialmente, la tasa de inflación tiende a igualarse a la de Estados Unidos. Objetivamente, el nivel de precios no es necesariamente igual en los dos países; los costos de transporte, los aranceles o los impuestos causan disparidades. Tampoco las tasas de inflación son obligatoriamente iguales, pero tienden a serlo. Es preciso indicar que la velocidad de la convergencia depende de otros factores como la flexibilidad laboral, los desajustes de partida de los precios relativos, etc.
3. Se reduce el diferencial entre tasas de interés domésticas e internacionales
Puesto que se elimina el riesgo cambiario y el correspondiente de expectativas inflacionarias, la tasa nominal de interés también será la tasa real de interés. La confianza que crea el nuevo sistema monetario reduce las tasas de interés a lo largo del tiempo y esta confianza se expande a todo el sistema económico.
4. Se facilita la integración financiera
Una economía pequeña como la de la mayoría de los países latinoamericanos y sin duda la ecuatoriana, es poco partícipe de los flujos de capital que se están realizando en el mundo globalizado de la actualidad. Para lograr una mayor participación, además de la dolarización oficial, se debe promover el ingreso de instituciones financieras internacionales. De esta manera, tanto los activos como los pasivos financieros pasan a ser parte de una fuente gigante de liquidez y de fondos.
Una economía dolarizada formalmente incentiva la presencia de grandes bancos internacionales que permitirán el flujo de capitales de tal manera que cualquier shock externo sería contrarrestado por esta integración financiera con el resto del mundo. Es decir, la integración financiera podría eliminar las crisis de balanza de pagos.
5. Se reducen algunos costos de transacción
Cuando se dolariza formalmente, se eliminan las transacciones de compra y venta de moneda extranjera. El diferencial entre el precio de compra y venta del dólar es un ahorro para toda la sociedad porque la intermediación, sobre todo la especulativa que aprovecha los cambios en la valoración de la moneda, desaparece.
Otro ahorro es la simplificación y estandarización de operaciones contables que deben hacer las empresas con actividades internacionales y las que desean sus balances en términos reales. Aún más, muchas operaciones de defensa contra posibles devaluaciones desaparecen, lo cual beneficia y facilita la inversión y el comercio internacional.
6. Se producen beneficios sociales
La dolarización formal beneficia a los asalariados, a los empleados con poco poder de negociación colectiva, a los jubilados. Además facilita la planificación a largo plazo, pues permite la realización de cálculos económicos que hacen más eficaces las decisiones económicas.
Adicionalmente, en el mediano plazo, la estabilidad macroeconómica, la caída de las tasas de interés y el mejoramiento en el poder adquisitivo, debido a la dolarización oficial, generarán un desarrollo de las actividades productivas y un aumento sostenido del empleo.
7. Se descubren los problemas estructurales
Una clase final de beneficios de la dolarización oficial tiene que ver con la apertura y transparencia; igualmente es una de las mejores formas de sincerar la economía; problemas estructurales en el sector financiero son prontamente develados, ya que desaparece el riesgo moral una vez que el Banco Central deja de ser prestamista de última instancia, rol que hasta hoy lo cumplía por mandato de la Ley.
8. Se genera disciplina fiscal
En tanto el gobierno no puede emitir dinero con dolarización oficial, la corrección del déficit fiscal solo se puede hacer mediante financiamiento vía préstamos o impuestos. Los préstamos del exterior, en la actualidad, imponen condiciones de disciplina fiscal. Además la tributación tiene un costo político que los gobernantes deben enfrentar. Esto obliga no solo a equilibrar las cuentas fiscales, sino a que el gasto sea de mejor calidad, de mayor rendimiento social.
En general se puede advertir que una dolarización formal u oficial de la economía implica beneficios importantes. Las ventajas de este sistema son bastante claras: confianza, simpleza, estabilidad y la posibilidad de conseguir una baja inflación, lo que provocaría que bajen las tasas de interés y se reactive el sector productivo. Mientras la reforma económica que implica la dolarización formal sea transparente y creíble, se atraerá inversión doméstica y extranjera
No obstante, como toda reforma económica, la dolarización formal tiene costos y sacrificios. Los principales se exponen a continuación:
A. Pérdida del señoreaje
El señoreaje es la diferencia que existe entre el costo intrínseco del papel más su impresión como billete y el poder adquisitivo del mismo.
Stanley Fisher, vicepresidente del Fondo Monetario Internacional, manifiesta que la pérdida del señoreaje se debe medir como el flujo anual que se dejaría de recibir por utilizar el dólar como medio de pago. Esto sería el costo del ingreso que dejaría de percibir el Banco Central porque la RMI normalmente está colocada en instrumentos financieros que reciben una tasa de interés. Para el caso ecuatoriano, con una reserva productiva aproximada de 800 millones, el señoreaje podría llegar a 35 millones de dólares por año o un 0,23% del PIB.
B. Proceso de transformación
También deben considerarse los costos de transformación de las cuentas bancarias, las cajas registradoras o de los sistemas contables. Se puede también pensar como un costo el tiempo que lleva a la población el aprender a utilizar el dólar en lugar de la moneda nacional. También existen costos intangibles en la percepción de los ciudadanos que al dolarizarse formalmente la economía se pierde uno de los símbolos nacionales. Sin embargo, se podría asegurar que el mundo camina hacia la utilización de pocas monedas, básicamente el euro en Europa y su área de influencia, el dólar en las Américas, y el yen y el mismo dólar en el Extremo Oriente.
C. Aval de parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos
Es necesario conversar con el Congreso de los Estados Unidos y con la Reserva Federal de ese país a fin de obtener los apoyos suficientes en el proceso de dolarización. La credibilidad de esta reforma monetaria se cimentaría de mejor manera si se tiene el apoyo del país emisor de la moneda que se constituye en unidad de cuenta, medio de pago y depósito de reserva al interior de la nación.
D. Problemática de shocks externos
La experiencia latinoamericana en torno al manejo del tipo de cambio es distinta en relación a lo previsto por la teoría. Así por ejemplo, en primer lugar, las tasas de interés después de una devaluación o flotación se han situado en niveles más altos a las existentes antes del ajuste; en segundo lugar, la inflación se ha incrementado; y, en tercer lugar, ha existido una fuerte contracción en la actividad económica.
Según la teoría convencional, cuando los shocks son externos o reales internos (como un desastre ecológico o un cambio climático), el régimen de flotación es preferible porque permite el ajuste de los precios relativos de la moneda.
Pero la evidencia empírica para los países iberoamericanos desmiente esta proposición teórica, pues, mientras más variables son los términos de intercambio mayor es la posibilidad de que un país adopte un sistema de cambio fijo.
Las tasas de cambio flexibles no permitirían una mejor política monetaria estabilizadora, sino que habrían sido, más bien, contrarias a ello, ya que, los regímenes flotantes han terminado en tasas reales de interés más altas, sistemas financieros más frágiles y mayor sensibilidad de las tasas de interés domésticas a los movimientos de las tasas internacionales. Un tipo de cambio flexible magnifica el impacto para los ahorristas, quienes en vez de utilizar sus ahorros para los tiempos difíciles (caída de los precios del petróleo que afecta de manera importante al PIB del Ecuador), se ven doblemente castigados, al constatar que sus ahorros se reducen en términos reales.
De esta manera, el tipo de cambio flexible no funcionaría como estabilizador macroeconómico ante shocks reales, como sugiere la teoría.
Un elemento adicional y de vital importancia para la definición de un sistema cambiario debería ser el grado de dolarización informal de la economía. Cuando la economía está muy dolarizada, una devaluación cambiaria puede debilitar excesivamente al sector productivo y al sistema financiero.
Por lo tanto, las preferencias reveladas de América Latina serían las de permitir cambios muy pequeños en la tasa de cambio, aún en períodos de grandes shocks tales como los de 1998.
En este contexto es fácil entender el interés en la dolarización formal, pues es una manera muy seria de comprometerse a no devaluar y así evitar la pesadilla de las bancarrotas económicas. Es una forma de reducir el desfase en las tasas de cambio causadas por la dolarización informal y la falta de mercados financieros a largo plazo.
IV. El proceso de dolarización de la economía ecuatoriana
IV.1 La dolarización informal de la economía ecuatoriana
La forma ideal para medir la dolarización informal de un país debería considerar todos los saldos en moneda extranjera en poder de los ciudadanos. Sin embargo, existen problemas al momento de medir el grado de dolarización debido a las limitaciones de información.
Varios indicadores nos permiten estimar el grado de dolarización de una economía, así tenemos que para determinar la sustitución monetaria es importante analizar el comportamiento de los depósitos monetarios en moneda extranjera en relación a los depósitos monetarios totales; para evidenciar la sustitución de activos es fundamental analizar el comportamiento del cuasidinero, que incluye justamente las captaciones bancarias a plazo en moneda nacional y extranjera conformada por la suma de depósitos de ahorro, plazo, operaciones de reporto, etc. Un indicador adicional es el que tiene que ver con la cartera de préstamos, especialmente cuando estos están otorgados en dólares.
El siguiente cuadro nos evidencia en qué medida la economía ecuatoriana está dolarizada informalmente, tanto en lo que se refiere a sustitución monetaria, como sustitución de activos y préstamos. Se debe tener en cuenta que de acuerdo al Fondo Monetario Internacional, una economía es altamente dolarizada si las relaciones mencionadas superan el 30%.
Año | Depósitos Moneda extranjera/ Depósitos totales % | Cuasidinero moneda extranjera/ Cuasidinero total % | Cartera moneda extranjera/ Cartera total% |
1989 | 14,7 | 9,7 | 1,9 |
1990 | 13,3 | 7,4 | 1,6 |
1991 | 14,5 | 7,5 | 3,0 |
1992 | 20,0 | 10,8 | 6,8 |
1993 | 16,9 | 12,6 | 13,4 |
1994 | 15,6 | 15,7 | 20,3 |
1995 | 19,2 | 24,3 | 28,3 |
1996 | 22,3 | 28,0 | 32,8 |
1997 | 23,6 | 36,9 | 45,1 |
1998 | 36,9 | 43,9 | 60,4 |
1999 | 53,7 | 47,4 | 66,5 |
Fuente:
Banco Central del EcuadorComo claramente se observa, el Ecuador ha pasado en 10 años de ser una economía poco dolarizada a una economía altamente dolarizada, tanto desde el lado de la sustitución monetaria como de la sustitución de activos y cartera, especialmente a partir de 1995, año en que habría comenzado la crisis actual.
Estas cifras no incluyen el monto de billetes dólares que circulan en el país ni los depósitos en la banca ecuatoriana off–shore.
Sin lugar a dudas, los agentes económicos del Ecuador han reemplazado al sucre como unidad de cuenta, medio de pago y de cambio, y como reserva de valor. El grueso de las transacciones importantes y la mayor parte del crédito que ofrecen los bancos se realiza en dólares. Igualmente, la mayoría del ahorro financiero nacional se efectúa en esa divisa, a más de contar con los dólares guardados en cajas de seguridad, en los domicilios y los que circulan en manos de los cambistas informales.
Ciertamente, son factores de orden macroeconómico los que han llevado a la economía ecuatoriana a un proceso acelerado de dolarización desde el lado de la demanda.
Pero al margen de los factores señalados, se pueden identificar algunos elementos de orden institucional que han acentuado el proceso de dolarización de la economía ecuatoriana. Entre estos se encuentra la reforma a la Ley General de Instituciones Financieras promulgada en 1994, que entre otros aspectos motivó el desarrollo de nuevos instrumentos financieros denominados tanto en moneda local como en extranjera.
Al final del milenio, el Ecuador se encuentra con una economía en caída libre, en la que el sistema de precios ha dejado de funcionar. La elevada inflación y la volatilidad en el tipo de cambio han provocado enormes pérdidas de eficiencia y costos muy elevados en el sistema productivo.
La inestabilidad económica junto con la creciente dolarización informal de los últimos años han distorsionado gravemente los precios relativos, a tal punto que se ha vuelto casi imposible hacer comparaciones de precios entre bienes y servicios. Los precios en este momento en el Ecuador se fijan en sucres, dólares, certificados de depósito, etc. Así, las señales que brindan los precios relativos en una economía de mercado son tan distorsionadas que los agentes evitan realizar transacciones, deprimiendo aún más la actividad económica.
La inflación acumulada ha llevado a que las cifras que se manejan en sucres sean tan grandes que rebasan la capacidad de cálculo para el común de las personas, quienes prefieren usar el dólar. Consciente o inconscientemente, los agentes fijan los precios o pactan los contratos en dólares porque es más fácil trabajar con denominaciones manejables.
Las bondades del sistema de precios están erosionadas. La economía de mercado, monetaria y moderna no puede funcionar en estas circunstancias. Lo único que puede restablecer la producción, el comercio y el consumo es un cambio fundamental en el sistema monetario ecuatoriano, esto es, la dolarización oficial de su economía.
IV.2 La dolarización oficial de la economía ecuatoriana
Varios analistas en América Latina y en el Ecuador consideran que previa a la implementación de la dolarización formal se requieren de ciertas pre-condiciones o requisitos como un elevado nivel de reservas internacionales, un sistema bancario y financiero solvente, equilibrio en el sector fiscal y externo de la economía y flexibilidad laboral.
Sin embargo, si estas condiciones existieran, tendría poco sentido dolarizar formalmente la economía, puesto que significaría que la política monetaria discrecional habría sido la correcta e iba por el sendero de la estabilidad. Los agentes económicos habrían incorporado estas condiciones a sus expectativas.
La dolarización formal es una medida extrema y tiene sentido porque el manejo económico ha causado crisis y solamente un cambio de rumbo puede romper las expectativas inflacionarias y devaluatorias.
La base monetaria o dinero de alta potencia es la emisión monetaria más los depósitos de la banca en el banco central.
Para dolarizar se necesita por lo mínimo reemplazar los billetes sucres por billetes dólares, es decir, la emisión. También se debe tener suficiente cantidad de dólares para cubrir los depósitos de la banca en el Banco Central y los bonos de estabilización monetaria (BEMs), por ser éstos pasivos fácilmente convertibles por los bancos en billetes a voluntad.
Claro está, no se necesitan dólares billetes para cubrir todos los depósitos bancarios a la vista y a plazo, porque los depósitos son rubros contables, son entradas numéricas en los libros de los bancos, se convierten en billetes cuando un depositante retira sus fondos. En el mundo actual es imposible no tener cuentas bancarias y utilizar solo billetes. Por lo cual no es acertado considerar al M1 o al M2 para estimar los dólares requeridos.
Según las cifras del Banco Central, hay suficientes divisas en la Reserva Monetaria Internacional para sustituir no solo la base monetaria, sino también las garantías de los bonos Brady y quedaría un remanente que podría servir como fondo de estabilización monetaria.
IV.3 La dolarización formal paso a paso
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Activos Financieros: Nombre genérico que se le da a las inversiones mobiliarias (acciones, obligaciones, bonos, etc).
Base Monetaria: También denominada "dinero de alta potencia", constituye un pasivo del Banco Central, a través del cual la autoridad monetaria influye en la liquidez de la economía. Es la suma de la emisión monetaria y las reservas de los intermediarios depositadas en el Banco Central; es decir, los depósitos y obligaciones de la banca privada, del Banco Nacional de Fomento, de las financieras privadas y los depósitos monetarios de particulares en el Banco Central del Ecuador.
Bonos de Estabilización Monetaria: Son títulos en moneda nacional emitidos por el BCE, adquiridos por el sistema financiero y los particulares. Constituyen un importante instrumento de política monetaria a través del cual el BCE interviene en el mercado del dinero, dotando a la economía de niveles adecuados de liquidez. Para ello, el BCE promueve subastas semanales de los bonos de estabilización monetaria y realiza operaciones de mercado abierto a través de las denominadas "mesas de dinero".
Cartera: Conjunto de valores o productos bursátiles que posee un agente económico. La cartera de los bancos privados está constituida por las operaciones de crédito por vencer y vencidas; los contratos de arrendamiento mercantil por vencer y vencidos; y, la provisión para créditos incobrables, en moneda nacional y extranjera.
Cuasidinero: Son captaciones bancarias a plazo, en moneda nacional o extranjera, que sin ser de liquidez inmediata, suponen una "segunda línea" de medios de pago a disposición del público, porque para hacerse efectivo el propietario del cuasidinero debe primero pasar por una institución financiera a retirar el depósito. El cuasidinero está conformado por la suma de depósitos de ahorro, plazo, operaciones de reporto, fondos de tarjetahabientes y otros depósitos en los bancos privados y en el Banco Nacional de Fomento.
Dinero: Medio de pago admitido por un sistema económico. Puede ser monedas, billetes bancarios y otras formas diversas, cuya característica principal es la de ser un instrumento de cambio y una medida de valor.
Las funciones básicas del dinero son las siguientes: medio de pago y de cambio (intercambiar bienes y servicios); unidad de cuenta (fijar los precios de los bienes y servicios): y, reserva de valor (preservar valor en el tiempo).
M1: Denominado también como oferta monetaria, dinero o medio circulante en sentido estricto, se define como la liquidez en moneda nacional a disposición del público.
Desde el punto de vista contable, es la suma de las especies monetarias en circulación y los depósitos monetarios en cuenta corriente.
M2: Se define como la suma del M1 y el cuasidinero, es decir, todos los depósitos y captaciones, en moneda nacional y extranjera, que el sector privado mantiene en el sistema bancario nacional.
Oficina Off-shore: Son entidades financieras establecidas en países que admiten su instalación para operar en mercados internacionales, sin que sus transacciones de captación e inversión, realizadas en monedas diferentes del país en que están ubicados sus matrices, queden sujetas a regulaciones específicas de la actividad bancaria doméstica.
Pasivos Financieros: Conjunto de obligaciones y deudas contraídas por empresas o personas con el sistema financiero. Normalmente corresponden a créditos bancarios.
Riesgo moral: Ocurre cuando personas o instituciones no respetan los convenios, en detrimento de otras, después de haber llegado a acuerdos previos. Este es un problema importante de información relacionado con los sistemas financieros, porque implica que la banca no tiene las cautelas correspondientes, pues, asume, que existe un ente estatal que garantiza a los depositantes de manera ilimitada.
Señoreaje: Es el ingreso que percibe el gobierno como resultado de su poder monopólico para imprimir moneda. Al emitir el gobierno incurre en un costo que es el que corresponde al papel y la impresión de los billetes, pero puede reclamar bienes y servicios por el total del valor fijado en cada uno de dichos billetes. La diferencia entre lo que se puede adquirir con la emisión de billetes y su costo es el señoreaje.
Tasa nominal de interés: Se denomina así al tipo de interés monetario que incorpora la tasa de inflación. Es el tipo de interés que se expresa usualmente en los contratos en los que se pacta el devengo de intereses.
Tasa real de interés: Tipo de interés expresado en términos de bienes reales; es decir, tasa de interés nominal menos la tasa de inflación esperada.